Los niños que son bilingües, aunque no alcancen el dominio de un hablante nativo, tienen varias ventajas sobre aquellos compañeros que no lo son.
En los últimos años, gracias a la implementación del bilingüismo en la educación española y a nivel mundial, se han podido llevar a cabo varios estudios relacionados con la neuropsicología del aprendizaje de idiomas. Muchos destacan los beneficios prácticos de esta capacidad relacionándola directamente con la flexibilidad intelectual.
Estas son algunas de las múltiples ventajas de criar a un hijo en un entorno bilingüe:
Gimnasia para su mente
Usar constantemente dos idiomas y cambiar de uno al otro con soltura sirve como un excelente entrenamiento para el cerebro: el número de neuronas del córtex prefrontal se multiplican, algo similar a lo que le ocurren a las fibras musculares con el ejercicio físico constante.
La teoría de la “carga lingüística”, sobre cómo afecta al cerebro el bilingüismo, fue confirmada por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown. Probaron cómo el aprendizaje de una segunda lengua cambia la densidad de la materia gris. Una teoría respaldada también por la Universidad de Washington, que estudió a niños de familias hispanoamericanas. Registraron una actividad inusualmente intensa en el córtex prefrontal, zona responsable de la fluidez y la adaptación al cambio.
Mejora de las capacidades cognitivas
Psicolingüistas de la Universidad de Chipre y Anglia Ruskin, en Reino Unido, señalan que el bilingüismo mejora la capacidad de filtrar y evaluar la información irrelevante. Mediante varios experimentos, pusieron a prueba las habilidades cognitivas de personas bilingües desde una edad temprana, comparando su rendimiento con personas monolingües.
Destacaron así la resistencia de los primeros al ruido informativo, debido a que están acostumbrados a recibir y procesar datos de dos fuentes dentro de un campo lleno de información.
Estimula su vena creativa
Las personas bilingües tienden a ser creativamente exitosas. Perciben sutilezas y matices que los monolingües no perciben, especialmente en el campo de la música. Al sentir una gran variedad de sonidos y melodías, están ya previamente habituados a este arte.
El resultado más impresionante lo descubrió la Universidad de California. Los estudiantes bilingües de China tenían un gran oído musical en el 60% de los casos. Mientras tanto, solo el 14% de los estadounidenses monolingües podían presumir de lo mismo.
Adiós a las dificultades comunicativas
El bilingüismo contribuye a una “doble personalidad”, en sentido positivo. Se sienten más seguros en la comunicación, porque saben que disponen de un campo alternativo. También pueden alejarse de emociones negativas superponiendo su lado más razonable. Son niños que sienten que tienen más oportunidades de comunicarse con el mundo.
Postergación de la vejez
Aunque la vejez no sea un tema que preocupe a los niños, también es relevante saber que los médicos han sugerido que el desarrollo del cerebro ralentiza la progresión del Alzheimer en la vejez.
La revista Neuropsychology señaló que la prevalencia de la demencia en los países donde se hablan dos idiomas es un 50% menor que en las regiones donde solo se habla una lengua.
La práctica de la comunicación en varios idiomas es comparable a la resolución constante de problemas lógicos, un entrenamiento universal para posponer la demencia.
Por todas estas ventajas, en la escuela de inglés online Novakid hemos decidido empezar a trabajar con niños a partir de los 4 años, la edad óptima para lograr criar a un hijo/a bilingüe.
Antes de los 4 años existe la posibilidad de que la primera lengua que se le hable no se convierta en exclusiva y dominante, y a partir de los 7, las perspectivas de hablar una segunda lengua como materna se reducen mucho.
Se calcula que un bilingüe natural (un niño que crece en una familia bilingüe) oye unas 45 millones de palabras en cada uno de los dialectos en los tres primeros años. Es importante la comunicación activa, el diálogo. Aunque ayude ver dibujos animados en inglés, no dará el mismo resultado.
En la actualidad, el 43% de la población mundial puede considerarse bilingüe. Europa ya se ha puesto en marcha en cuanto a la educación lingüística. Hoy en día es casi imposible conocer a un joven sueco, austriaco o alemán que no hable inglés.
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